Ethnia Memorial
«Ethnia» es un pequeño homenaje a los primeros habitantes y pueblos originarios de Sudamérica en el actual territorio argentino.
Es por todos conocido las consecuencias de la conquista de América en la HISTORIA.
Sin duda, la intervención forzosa producida en el desarrollo propio de los pueblos autóctonos, el desmembramiento y casi aniquilación de la población local y la irremediable perdida de sus ricas culturas y costumbres no tienen el peso de su tragedia en la balanza de ESA historia. A pesar de este genocidio, con ello se inició la nueva identidad y cultura americana.
La creación y el desarrollo de las nuevas sociedades, pueblos y naciones que la conforman, son hechos recientes que forman el carácter, las costumbres y los comportamientos de “Cinco siglos igual”, y que determinan las realidades de la historia que seguimos escribiendo todos los días.
Con este simple MEMORIAL a los pueblos originarios del territorio argentino -una mínima muestra de estudios y trabajos de grandes profesionales e instituciones – intentamos con algunas imágenes e interpretaciones personales, presentar otro de los ORIGENES de nuestra ESENCIA ARGENTINA. Y proponernos con ello, incorporar nuevos MATICES a nuestra CARTA DE SABORES.
Con la llegada de los conquistadores españoles en el Siglo XVI los pueblos indígenas vieron truncadas sus posibilidades de desarrollar su cultura. Sólo algunos lograron sobrevivir a los cambios que el devenir histórico les impuso, pero sin lugar a dudas constituyen buena parte de la esencia de la población argentina actual. Para sintetizar el complejo panorama de los diferentes grupos culturales de los pueblos originarios se pueden dividir de acuerdo a su hábitat en pueblos indígenas del Noroeste, Sierras Centrales, Cuyo, Pampa, Patagonia, Neuquén, Chaco, Litoral y Mesopotamia.
Haremos una brevísima reseña de cada grupo o pueblo, con los “errores” de interpretación que esta síntesis provocará. La historia es mucho mas compleja y confusa, con la dificultad que entrañó la transmisión oral de los acontecimientos y tradiciones, y que en muchos casos se pierden con la desaparición o mestizaje de la población autóctona. Se suma a esto, el menosprecio y abandono que todo el entorno histórico, social y económico le profesó a los pueblos originarios hasta hace muy pocas décadas, tiempo desde donde se intenta volver a poner en valor sus riquezas y sus merecidos derechos de existencia.
diaguitas
actual noroeste argentino
Habitaban en casas de forma cuadrada, fabricadas con piedra y techos de paja, y sus poblados estaban protegidos por pucarás o fortalezas. Sus familias eran poligámicas. Eran parientes de los incas pero lucharon contra ellos, pues eran guerreros excelentes, que combatían a pie, con arcos y flechas, protegiéndose el pecho con placas metálicas, que ellos mismos hacían. También se resistieron, aunque sin éxito final, a la dominación española, pero su resistencia duró un centenar de años. Se destacaron en agricultura por sus terrazas de cultivo, similares a las de los incas y utilizaron sistemas de riego. Su alimentación básica consistía en maíz, quinoa, porotos y zapallo. Eran tejedores, utilizando como materia prima la lana de vicuñas, llamas y guanacos y algodón. También fueron excelentes ceramistas y trabajadores de metales como plata, cobre y oro. Se dividían en grupos, gobernados por caciques, con poder transmitido por herencia, que no contaban con unidad política, aunque se unificaban por una lengua común que era el kakana. Prodigaban cultos a fenómenos naturales como el sol, el rayo y el trueno, y los encargados del culto eran magos o hechiceros. Creían que el alma humana era inmortal y se transformaba en estrella. También rendían culto a la Madre Tierra o Pachamama.
tobas
actual chaco y formosa
Hasta el siglo XIX eran un pueblo predominantemente cazador- recolector semi nómade que marchaba en pos de sus recursos alimenticios y existía entre ellos una fuerte división sexual del trabajo: los varones desde muy temprana edad se dedicaban a la caza y a la pesca y las mujeres a la recolección y a una incipiente agricultura hortícola en gran medida influida por aportes andinos y amazonidos. De este modo en pequeñas parcelas cultivaban nachitek (zapallos) oltañi (maíz) avagha (porotos) batatas, mandioca, etc. Sin embargo tales cultivos eran sólo complementarios para su dieta y no llegaban a tener excedentes como para la acumulación de alimentos de origen agrícola. Existe una explicación ecológica para este aparente atraso: el clima y la edafología de su territorio no permitían suficientes rindes para sus producciones agrícolas, mientras que el territorio chaqueño en estado salvaje les resultaba una gran fuente de recursos alimenticios, en especial de proteínas de primera calidad. Los qom cazaban principalmente tapires, pecaríes, guanacos y gran cantidad de aves.
Como complemento solían recolectar miel y gran cantidad de frutos, frutas del bosque y raíces silvestres.
huarpes
actual cuyo y la rioja
Cada tribu estaba formada por unas 30 personas distribuidas en 6 o7 viviendas que eran comandadas por un cacique. Puede decirse que eran relativamente sedentarios, aunque es importante mencionar que aquellos grupos que vivían de la pesca y de la agricultura fueron aferrándose a la tierra. Para conseguir su alimento cazaban guanacos, ñandúes y otros animales pequeños. Conservaban la carne charqueada, o sea secada al sol, por lago tiempo. También recolectaban huevos de ñandú y frutos de chañar y algarrobo. La algarroba era muy importante en su alimentación; la conservaban en vasijas, la molían y con la harina obtenida fabricaban el patay, una especie de pan. También con las vainas de algarroba preparaban bebidas fermentadas como la añapa. Los grupos que vivían cerca de las lagunas de Guanacache pescaban bagres y truchas y cazaban patos salvajes. Para pescar usaban balsas, de cuatro o cinco metros de largo, que también utilizaban para el transporte. Practicaban todo tipo de economia para la subsistencia: agricultura, caza, pesca y recolección
guaranies
Actual mesopotamia y paraguay
Conservan una tradición eminentemente agrícola, y no son asimilables a la sociedad nómada. Ponen en práctica normas de distribución y redistribución de los medios de producción y de los productos, así como de colaboración, construidas a partir de los vínculos familiares. Las técnicas agrícolas consisten de cultivos en medianas y pequeñas parcelas aptas para la producción del consumo personal (los kokue) , raramente superiores a tres hectáreas. Los terrenos se limpian, si es necesario, con el uso del fuego, y se preparan para plantar las semillas; quedando aptos para el uso por varios años, tras lo cual posteriormente se dejan «reposar» hasta estar preparados para su nuevo uso. Estos terrenos se encuentran, en condiciones ideales, aproximadamente a un kilómetro de la residencia de la unidad de trabajo y producción: la familia. Poseen una taxonomía botánica refinada, que le permite obtener óptimos resultados en el campo agrícola en la relación coste-beneficio y en la gestión de suelos y poli-cultívos (diferentes especies alternadas en el mismo terreno). Una particularidad del idioma guaraní, es que después del latín es el que más ha sido utilizado en la catalogación de flora y fauna. El aborigen era un gran conocedor de su hábitat, lo cual favoreció a los naturalistas al momento de catalogar flora y fauna.
pampas
Actual pampa húmeda
En su origen eran cazadores de venados, ñandúes y guanacos. También eran recolectores de frutos y semillas silvestres, que molían para hacer harina. Los pampas eran de talla alta, cabeza alargada, y presentaban cierta semejanza con los patagones, aunque eran de estatura algo menor. El esqueleto hallado en Fontezuelas se cree que sería anterior aun a los pampas históricos; lo mismo se ha dicho de los cráneos fósiles de Arrecifes. Se servían del arco y la flecha, cazaban venados a pie y los rendían por cansancio. Eran nómadas, su vivienda consistía en un simple paravientos, con cueros de venados pintados y adobados, después usaron los cueros de bovinos y equinos. Seguramente el toldo pampeano fue un perfeccionamiento ulterior. Su alimento era la carne; recolectaban productos silvestres de origen vegetal o animal y, como todos los pueblos patagónicos, se vestían con una pampanilla y un pellón, el quillango que les servía de capa. Trabajaban la piedra y poseían grandes morteros líticos, utilizaban las boleadoras de dos bolas y también las de una. En el área que ocupaban los querandíes se ha encontrado una cerámica con decoración simple, grabada y geométrica, que posiblemente era propia de ellos.
Al adoptar el caballo abandonaron la que había sido, en un principio, su actividad de alfareros, aumentó el nomadismo y entonces practicaron, con intensidad el arte de la cestería.
tehuelches
Actual patagonia
Los tehueches o patagones, fueron tribus nómades pedestres, cazadores-recolectores que se desplazaban por las estepas de la Patagonia en busca de animales para cazar y alimentarse. Antes de conocer el caballo hacían largos recorridos a pie, pero cuando los europeos trajeron este animal , se transformaron en hábiles jinetes, los adoptaron como medios de transporte y pasaron a ser nómades ecuestres. Se cuenta que al llegar la primera expedición de Hernando de Magallanes, en 1520, se produjo el encuentro entre un europeo y un aborigen austral al que se describe como un hombre alto, corpulento y pies muy grandes. De ahí vendría también la denominación de Patagones. Su estatura promedio era de 1.80 m. Hombres y mujeres eran robustos, de espaldas anchas, rostro grande, labios gruesos, nariz corta y ancha, ojos oscuros y pequeños. Tenían la piel cobriza, cabellos negros, lacios y largos hasta los hombros. Se pintaban el rostro de colores rojo, negro y amarillo cubriéndolo con líneas en una mezcla de grasa y tierras. Además, a veces se tatuaban el rostro o los brazos con finos cortes en loa piel que luego teñían con cenizas y tierras de color.
En los siglos XVII y prlncipos del XIX, la población que hasta entonces dominara este inmenso territorio comenzó a desaparecer, siendo reemplazada por otra de caracteres distintos y de estirpe Araucana o Mapuche, provenientes de Chile con su lengua, costumbres y creencias.
onas
Actual Tierra del Fuego
Los onas vivían en la isla grande de Tierra del Fuego, donde cazaban guanacos y pescaban con arpón. Utilizaban el fuego. Sus chozas eran para vientos. Vestían manto de pieles de guanaco cosidas, mocasines y polainas de cuero. Lucían collares de caracoles y se pintaban el cuerno. Los ancianos y hechiceros actuaban como jefes. Predominaba la monogamia. Creían en un dios supremo (Temaukel) y en el héroe creador Los onas eran de talla alta, tenían la piel cobriza, los ojos pequeños y oblicuos, el pelo abundante y negro. Su vivienda era un simple cuero levantado a manera de mampara, en semicírculos, o una choza cónica de palos. Se cubrían con piel de guanaco o de otros animales, con el pelo hacia fuera. Su alimento principal eran los guanacos, tucu-tucus y lobos marinos. Recolectaban mariscos, raíces alimenticias y hongos, y de la semilla de una crucífera, el tai, obtenían una harina con la que hacían una pasta que era parte de su nutrición
Practicaba la cestería, carecían de instrumentos musicales, pero cantaban y celebraban ceremonias. La familia, en principio era monógama, pero también existía la poligamia. No había caciques, pero se respetaba la opinión de los ancianos, sobre todo de los hechiceros
«Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos, y fuegos de todos colores. Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.»
Eduardo Galeano, la diversidad